A veces el futuro ignoto da miedo. Pero averiguar el futuro da más.
Por lo menos si haces uso del consejo de los expertos que se anuncian en las revistas.
Por ejemplo, veo el anuncio de un «gabinete de videncia», como si fuera de abogados, empresa con la denominación social «Karamba y Salim», con la foto de un pobre hombre de mirada lánguida, que lleva un gorro azul con estrellas pegadas. Asegura trabajo, suerte, eliminación del mal de ojo, protección familiar. Promete resultados en la misma semana, lo que no está nada mal. Pero dice unas palabras terribles: «Facilidades de pago». ¿De qué exorbitantes honorarios estamos hablando, que precisan financiación o, como mínimo, plazos?
Otro anuncio habla de una señora mayor: Paloma Fortune, en inglés, porque eso impresiona más. Tras asegurar que trabaja sola, añade: «Atención las 24 horas». ¿Y si la llamas de madrugada y la despiertas? ¿No te arriesgas a que te vaticine algo atroz, impelida por el lógico cabreo? Todo por 1,36 euros/minuto, IVA incluido.
Luego están los inventores de nuevos términos: tarotistas (que te echan el tarot), cartistas —digo yo— (que te echan cartas cualesquiera), ¿cafeposistas? Siempre he oído hablar de la lectura de los posos del té, pero, «Donde fueres, haz lo que vieres» y en España lo que se toma es café.
Puedes pagar por VISA. La magia y las nuevas tecnologías no están reñidas.
Mara atiende personalmente y asegura que trabaja sola (o solo, ¡vaya usted a saber!) no como Rappel, que debe de explotar a los inmigrantes ilegales que no consiguen trabajo recolectando fresa.
Dice Mara (cito literalmente): «Si no te la cojo, inténtalo de nuevo». Entendemos que se refiere a la llamada.
Nina Zadir insiste en que si llamas de 20:00 a 8:00 tu futuro es más barato.
Zaira asegura que te predice el futuro contándote tus vidas pasadas. Creo que esta chica está un poco confusa y no entiende de tiempos verbales.
Otros tarotistas especializados (sin nombre) aseguran que son pequeños, pero muy satisfactorios. Esta frase no la entiendo bien; parece estar fuera de contexto.
Montse afirma ser «vidente natural», lo que nos lleva a deducir que hay videntes de nacimiento y otros que lo son tras hacer un máster, lo que parece que tiene menos mérito. Promete «Toda la verdad», pero no le debe de ir muy bien el negocio, porque añade: «Barata».
Isabel Montoro es otra que tal baila. Dice que la «baraja gitana» (?) te hará conocer tu futuro de pareja mediante una predicción kármica. La letra pequeña de este anuncio es tan pequeña que me resulta imposible leerla, por lo que deduzco que Isabel es la más cara de toda la página.
Tras este detallado análisis me decido por www.karambaysalim.com, porque, al fin y al cabo, cuarenta y dos años de experiencia avalan al Profesor Karamba, que está dotado para encontrar una solución rápida a mis problemas, por difíciles que sean. Le llamaré y me preocuparé más tarde de lo de las «facilidades de pago».