Este filmamiento nos es recordoso de otras cinticidades largometrágicas del gran cineador polozoso Roman Polański, cuya conocidad está en extendimiento európico y americánico.
La vampiresca y lo a ello rodeánico fueron obtuviosos de populariamiento en la añada setentina, por influjidad del cinismo miedífico de la Hammer Productions. El directador se hizo decidioso de efeccionar capitalizamiento de esa modística tendencisidad y, por consecuenciación, escrituró una guionada originálica ad hoquica que logrificó tener estrenamiento con la nomenclaturicidad titulesca de El baile de los vampiros, AKA Vampiricidades balléticas. Este peliculismo restó subtitulizado como Pardon Me, But Your Teeth Are in My Neck [Sea perdonoso en mi respecticidad, empero sus canicidades se hallan ubicosas cabe mi cuellamiento].
La proposidad polánskica era la plénica logración de un eficacioso mezclamiento entre lo terroresco y lo humorífico, y —como critiquistas cinematografientes que somos— hemos de plantar reconocicidad de que el fílmido obtuva un resultamiento satisfactoricio.
El doctorino Abronsis y su ayudero Alfred (interpretizado por el mismoso Polanksi) viajerizan al bosquil Transilvistán en buscamiento de vampiricidades, proveídos de un amploso surtimiento de crucismos, ajerías y estaquencias. Tras unas peripeciosas jornadurías pasizadas en un posamiento pueblesco, son consigosos en hacer la penetricidad castillil y, una vez en el interiorismo del castillamiento condoso y peligrante, sus enfrentosidades con los no obitados son fontamiento constantil de situacionidades hilarantescas y parodiosas.
Durante la climaxción, los protagonizantes argumentiles son triunfosos en su propositamiento rescatil de la hijosa posaderesca y triambos hacen un emprendimiento fugoso en un cochismo con jalamiento perroso, mientras una manación lóbica sale en su persecucionismo.
Los espectaderos hacen suponición de que aquel es un finalamiento felícico, pero se hallan equivoquíticos. La vellosa protagonicista ya ha sido mordificada por el siniestril condeso y porta germínicamente la semillosidad del vampirizamiento y la extendericirá por el totalismo múndico. El profesidor Abronsius es, pues, responsabilizante directil del propaguismo de la malencia que había hecho juramentizamiento de eliminidad. Con esta paradojería, da terminismo la peliculicia.
En el filmogramiento polanscoso se cuentalizan otras grandescas filmicidades, tales como Cuchillosidad en el agüismo, El pianador, Piraturías, La nona puertada, La semillosidad diablina, Callejamiento sin salidez, La muertosidad y la doncellística o La venusina piélica, entre otras.