Elaboración sobre el concepto de «la república de tu casa»
Esto no es una redacción para el «cole». Al contrario. Yo soy un tipo hecho y derecho, muy serio y nada amigo de bromas. Incluso diría que soy un poco peligroso.
Me llamo Chema, pero eso no es culpa mía.
Quiero mi país. El mío. Y lo voy a fundar en mi domicilio, sito en Madrid. Yo seré el Presidente y mi mujer, mis niños y el perro serán «la población». Será un país de pocos metros cuadrados, pero tendrá su nombre, su himno su bandera y, si me apuran, su Rh particular, ¡pues no faltaba más!
Le he puesto por nombre Chemalandia. (No es que yo sea ególatra, entiéndanme. Quería ponerle el nombre de mi mujer: Mari Pili; pero ustedes comprenderán que Pililandia no inspira respeto alguno.)
Constitución de Chemalandia
Artículo primero. Chemalandia es una República Democrática.
Artículosegundo. Las elecciones se celebrarán regularmente, cada vez que a Chema le apetezca.
Artículo tercero. Podrá votar el único varón, mayor de edad y chemalandés. (Pili no ha objetado.)
Artículo cuarto. Chema se encargará de la organización de las elecciones.
Artículo quinto. Chema ostentará los tres poderes: el poder ejecutivo, el poder judicial y el otro que queda.
(Hay más artículos que no incluyo.)
Datos de interés
Nombre del país: Chemalandia
Extensión: 115 metros cuadrados.
Capital: El salón/comedor
Ciudades importantes: Tres dormitorios y el baño.
Idiomapredominante: Chemalandés (variante del castellano)
Religiónpredominante: Ateísmo politeísta (Hay muchos dioses en los que no creo.)
Utilizacióndelsuelo: Escasa.
Comercio: Escasísimo.
UnidadMonetaria: Euro (cuando se tiene).
ComercioExteriorendólares USA: 0%
Y, además, he trazado un meridiano horario, que pasa por mi sofá; o sea que, cuando en mi casa sean las doce, en el resto del planeta ya podrá ser la hora que sea, que a mí me importa un rábano.
¡No iba a ser yo menos que otros!
(Estoy pensando en que eso de que se pueda votar no acaba de hacerme muy feliz. Así que un día de estos daré un golpe de estado e instauraré un gobierno como Dios manda.)
Y si a algunos de ustedes no les gusta mi plan y tienen lo que hay que tener, pues me lo dicen a la cara. ¡Venga, atrévanse!