Experimento sinonímico-literario
(NOTA.—Los lipogramas son un sistema para perder miserablemente el tiempo, que consiste en escribir cuentos donde no se emplea una letra específica del alfabeto. Los inventó un vago a quien se le rompió una tecla de la máquina de escribir y tuvo demasiada pereza como para llevarla a arreglar. Este necio género literario tiene tanta dificultad que muy poca gente lo cultiva y, si no se avisa de antemano, suele pasar desapercibido. Por ello yo les aviso: esta pequeña semblanza de Thomas Alva Edison —que no tiene ninguna gracia— no contiene ninguna letra «a», algo muy complicado en castellano. Si alguien encuentra alguna «a» en el texto que viene a continuación será obsequiado con un chalet en Torremolinos o un ejemplar del libro Las moradas, de Santa Teresa de Jesús, a elegir.)
Edison (1847-1931) es, de seguro, el científico supremo de los EE.UU. e incluso del mundo. Pero en sus primeros tiempos tuvo oficios muy distintos. Dicen muchos que teniendo sólo tres lustros evitó el óbito de un niño pequeño en riesgo de ser muerto por un tren y el progenitor, como premio, le enseñó el código Morse.
El joven Edison se convirtió en pocos meses en un morsero muy veloz y se empleó en ello por los territorios del sur y el oeste del continente. En cierto momento el hielo destruyó de un golpe el tendido eléctrico entre Port Huron y los territorios del norte y Edison, subido sobre el techo de un tren, envió todos los contenidos precisos con el silbido del convoy. Como solucionó muy bien el conflicto, le ofrecieron un empleo de ingeniero, que desempeñó muy bien por mucho tiempo.
En un tremendo choque de trenes quedó por completo sordo. Pero percibiendo el tintineo del receptor logró eludir su condición de sordo y seguir con sus experimentos, sin percibir otros ruidos. Su mujer estudió junto con él el código Morse y desde entonces se convirtió en su fiel intérprete, con golpecitos en el hombro como signos.
Edison es el inventor por defecto de nuestro mundo. Él solo registró trescientos inventos y descubrimientos y entre sus logros se incluyen el tubo luminoso, el sonido de los films, el reproductor de cilindros sonoros, el kinescopio y el tren eléctrico, entre otros muchos.
(Este escrito concluye sin el empleo ni de un sólo ejemplo del signo en cuestión, como puede verse.)