(RECONOZCO QUE ESTOS VERSOS SON MALOS; PERO EL MENSAJE ES BUENO,
ASÍ ES QUE, POR FAVOR, COMPARTIDLO.)
Ya sea virus o persona,
planta, objeto o animal,
siempre es muy perjudicial
cualquier cosa con corona
Nos ha metido en chirona
en el propio domicilio;
causa más mal que un concilio,
un tsunami o una guerra
y a la gente de la Tierra
la tiene pidiendo auxilio.
Nadie negará este hecho:
el tema pinta muy mal,
por lo que es muy natural
que quede el orbe maltrecho.
Pero a lo que no hay derecho
es que nos lleguen noticias
falsas, falaces, ficticias
inventadas por gentuza.
¡El mundo es una chapuza
y está lleno de inmundicias!
Los cuerdos somos testigos
de que hay locos que aprovechan
la coyuntura y le echan
la culpa a sus enemigos;
proponen crueles castigos
con toda malevolencia;
se comportan sin decencia,
calumnian al sursum corda
y son, en fin, una horda
amiga de la violencia.
¿No tenemos suficiente
con la vírica batalla
sin que te venga un canalla
a incitar odio en la gente?
Pues no, porque diariamente
sueltan su hiel por doquier
con el fin de recoger
algún político rédito
con el arma del descrédito
y el alma de un Lucifer.
Estad, amigos, seguros
de que en el género humano
están los que dan la mano
a su prójimo en apuros
y están los seres oscuros
que disfrutan torturando:
son los que se alegran cuando
alguien tiene que sufrir,
pues les suele divertir
ver a los otros llorando.
Y la conclusión que extraje
es que a esa tropa ofensora
no hay que darle ni la hora,
no hay que creer su mensaje
ni permitir que te ultraje.
Dadles —para ser felices,
sin morales cicatrices—
en vuestras redes sociales
—aunque sean virtuales—
con la puerta en las narices.
Bloquead a quien malmete,
borrad a los que amenazan
y a aquellos que se solazan
de ver a otros en un brete;
pasad; no les deis carrete
a las voces de la inquina;
no les sirváis de bocina;
y, pues tenéis el recurso
de interrumpir su discurso,
detened su guillotina.